La variedad Godello es una de las variedades admitidas por el consejo regulador de la denominación de origen Valdeorras, de hecho en esta región es donde alcanza su plenitud.
La Godello es una variedad que tiene más pros que contras. Tiene una capacidad de madurar sin pasificar importante, aguanta muy bien la maduración, siempre con ese puntito «herbáceo» tan característico.
La Godello es de color muy verde de racimo pequeño. Como todas las variedades blancas, por su falta de pigmentación y antocianos, hay que protegerlas de la insolación. ya que son muy sensibles al sol directo con temperaturas altas. Todo esto las afecta al color, a la oxidación de los fenoles y a una posible evolución prematura e indeseada en botella lo que estropearía los vinos.
Para ello hay que ser muy prudentes y cuidar el viñedo, manteniéndolos con vegetación amplia los que estén en espaldera y las que estén en vaso con una forma natural de conducir la formación para que se protejan las uvas de la acción solar, vamos, que estén al resguardo de los rayos solares directos.
Al ser una variedad tan verde es sorprendente cuando uno llega a las bodegas elaboradoras en la zona y se encuentra moviendo el mosto que parece auténticamente zumo de kiwi. Es un verde muy fuerte e intenso.
La maduración de la uva se consigue mediante la fotosíntesis captada a través de la hoja, no por el contacto de la uva con el sol, como si estuviéramos en la playa, eso simplemente produce un tostado de la uva. Lo importante es que la pepita esté bien madura, desde dentro y por supuesto que las pieles estén bien terminadas fenólicamente. Es sensible a la insolación como todas las variedades blancas, sobre todo las gallegas, pero como ya he comentado, tiene una capacidad de maduración muy buena.
La Godello es una variedad muy gastronómica. Ofrece mucho volumen, es muy glicérica, con una lágrima importante. La lágrima que cae en sus vinos es como la de un Gran Reserva o como de un vino licoroso, ofreciendo esa untuosidad y cremosidad tan característica de los vinos con mucha estructura.
La Godello tiene una acidez total media, pero con una gran cantidad de ácido tartárico respecto a esa acidez total. Aunque no es una variedad tan ácida como otras variedades gallegas, su acidez es de la buena (esto es como el colesterol – el bueno), la mejor que puede tener un vino, la acidez tartárica, la perenne, la acidez de guarda, de años. El ácido málico es la acidez mala, con fecha de caducidad. El málico ofrece una acidez percibida con notas herbáceas en copa, pero es una acidez que no sujeta ni estructura tanto los vinos como el tartárico.
Una de las Bodegas que trabajan de forma maravillosa la Godello es la Bodega de Rafael Palacios en el Valle del Bibei en Valdeorras, concretamente en Bolo, con viñedos con una altitud importante y una gama de vinos a cuál mejor expresando lo mejor de la varietal Godello con una frescura indiscutible que los hace elegantes, frescos y fragantes.
La Godello y su crianza en Madera
La variedad Godello tiende a la reducción, para ello necesitamos oxígeno en la fermentación, oxígeno en la crianza sobre lías para que estén las lías bien oxigenadas y abiertas. La madera es un buen clarificante. Siempre que manejemos la madera con control, no cabe duda que su utilización con la Godello es un buen aliado.
El Godello es una variedad de corte atlántico que no tiene una fruta tan destacada como las únicamente aromáticas, dejándose muy bien trabajar con la madera. Eso sí, acompañándola, no dominando sobre ella. Un auténtico diamante en bruto de la viticultura gallega destinada a terminar como una joya en nuestras copas.