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Historia de la Tónica

Todo comenzó en Perú, en el año 1.632 cuando la Condesa de Chinchón, esposa del Virrey de Perú, enfermó de Malaria. Los indígenas de la zona que ya utilizaban la corteza de la Cinchona en infusión para curar dicha enfermedad, salvaron la vida de la condesa. Como muchas otras veces, los españoles, en este caso Jesuitas guardaron muy bien el secreto y no lo propagaron por aquel entonces….por cierto lo llamaban el «Polvo de la Condesa» y los «Polvos de los Jesuitas»…..

El conocimiento del poder curativo de la corteza de la Cinchona otorgaba una «ventaja militar» ya que para conquistar los territorios lo primero que había que hacer es adaptarse al territorio superando las enfermedades propias de la zona.
Más quisiera Carlos I de España y V de Alemania, emperador del Sacro Imperio Germánico haber conocido la receta cuando murió por Paludismo en el Monasterio de Yuste en 1,558. 

Su muerte fue causada por una enfermedad transmitida por mosquitos – curiosamente Malaria / Paludismo – ya que ducho monasterio estaba frente a un estupendo lago plagado de dichos insectos…

No nos olvidemos que para elaborar la Tónica que hoy conocemos tenía que haber un medio burbujeante con CO2 y eso no estaba inventado….

Volviendo a los orígenes de la tónica, el científico francés Jean Marie La Condomine, descubriría en 1.737 – durante la medición del tamaño de la tierra y el Ecuador en Quito – el caucho y la quinina, en concreto determinó la especie de quino que contenía más quinina para remediar la malaria.

Aquí enganchamos con la historia de la carbonatación del agua. Durante finales del S. XVII y el inicio del S. XVIII el famoso monje Don Perignon ya estudiaba las burbujas en el Champagne… esas burbujas inicialmente indeseables y posteriormente veneradas. De la misma forma la cerveza, que se elaboraba en los monasterios, tenían esas burbujas «misteriosas» debido a la fermentación alcohólica ( posteriormente descubierta por Pasteur en 1.841). 

En 1.767, Joseph Priestley inventaría el modo de elaborar agua carbonatada descubriendo un método de fusión entre el agua y el dióxido de carbono (posteriormente tras esas investigaciones descubriría el oxígeno).
Priestley vivía cerca de una fábrica de cerveza en Leeds, Inglaterra. Se le ocurrió poner un bol de agua sobre un recipiente de cerveza. El aire de la cerveza fermentada se iba depositando en el bol de agua, mezclándose poco a poco con el agua. Nació el agua carbonatada.

En 1.773 Thomas Henry fue el primero en ofrecer el agua carbonatada como refresco, no como una bebida medicinal. Pero no tuvo mucho éxito.
Transcurridos 10 años, en 1.783, Jacob Schweppe hizo lo propio, pero con la ventaja de tener un padrino, Erasmus Darwin -científico y botánico- y  abuelo de Charles Darwin. Primero en Suiza y luego trasladándose a Londres.

Eran los primeros ensayos y trancurrirían bastantes años hasta convertirse en el refresco que todos conocemos. Una vez inventada el agua carbonatada, el siguiente problema era el mismo que tenía Don Perignon. La presión en las botellas. En 1.809 se inventó la botella Torpedo sin base que se almacenaba sobre soportes al no tenerse de pie. Esa forma resistía mejor la presión de dicha agua.

En 1.817 Joseph Pelletier consiguió aislar y extraer por primera vez el principio activo de la corteza de la cinchona. Fue la primera vez que se habló de la quinina como tal. 
Este nuevo medicamento en forma de pastillas comenzó a enviarse a las distintas colonias europeas en África y Asia. En torno a 1.825, los oficiales de la India, aún colonia británica, comenzaron a disolver las pastillas de quinina en agua, añadiéndole zumo de limón, azúcar (agua tónica) y posteriormente ginebra, inventando un potente precursor del gin Tonic que hoy conocemos. 

En aquella época el agua tónica tenía múltiples significados. Algunos decían que era agua pura de los ríos, otros aguas provenientes de acuíferos… 

Caminando hacia su forma de refresco, el 28 de junio de 1.858 se mezcló por primera vez la quinina con el agua carbonatada. Nacería la primera tónica. 

El uso terapéutico de la tónica se fue convirtiendo en una bebida refrescante y el espaldarazo definitivo fue con la llegada del tapón corona en 1.891. 

Los holandeses comenzaron a plantar quinos en la isla de Java y África para romper el monopolio de España y Sudamérica. Posteriormente, en 1.943, EEUU consiguió sintetizarla rompiendo el monopolio de Japón asegurándose la dosis de quinina para los soldados en zonas asiáticas y tropicales.

Nacho Terol

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