Chimay Azul. Cerveza trapense de culto.

CHIMAY AZUL. Cerveza de culto.

En 1863 se terminó de construir la abadía Scourmount, en el municipio belga de Chimay, por los monjes trapenses.

Ya desde un principio, como los campos de la zona donde se había construido este edificio no eran fértiles en absoluto, se dedicaron a la producción y comercialización de quesos y cerveza… y no fue mala idea puesto que en la actualidad es la cerveza trapense más consumida del mundo y sus quesos están de muerte y de gran fama en Bélgica.

Durante el verano de 1850, un pequeño grupo de monjes se instaló en la meseta salvaje de Scourmont, cerca del pueblo de Chimay. Alrededor del monasterio, se construyó la granja, una cervecería y una fábrica de queso.

chimay azul por Nacho Terol

La fabricación de la cerveza Chimay se ha caracterizado siempre por ser puntera en lo que a tecnología se refiere, pero eso sí, sin olvidar las directrices de elaboración que llevan empleando desde sus inicios por los propios monjes. Recordemos que una cerveza para que sea trapense y lleve el sello trapense tiene que estar elaborada y supervisada por los propios monjes.

Presumen de emplear un microorganismo- como la masa madre en el pan – secreto de su receta, como base para su levadura desde hace más de 100 años. Ya en la década de los 80 aplicaron las nuevas tecnologías a la cervecera, con óptimos resultados.

Cata de la Chimay Azul

Es una cerveza de las que enamoran.  En Eventos de Autor es un candidato firme en nuestras Catas de cerveza.

A primera vista, La espuma es espesa y abundante, y se desliza por la copa a medida que ésta se va quedando vacía, dejando huella. Es una cerveza de color marrón oscuro. Cuidadín al echarla que rebosa si te descuidas. recordemos su segunda fermentación en botella que produce más espuma.

De primeras, se respira un olor a fruta roja y negra madura y a levadura fresca, malta y especias. Muy, pero que muy compleja.

El primer trago es sencillamente sublime, y poco a poco se va percibiendo un sabor delicioso y potente, una combinación excelente de dulces y amargos,  No es tan dulzona como otras trapenses como la Westmalle o las de abadía (por ejemplo La Trappe).

Deja matices realmente interesantes a cada trago, con aromas especiados y caramelizados. De repente, como todos los aromas terciarios o especiados, te aparece el regaliz.

Son 9 grados de alcohol muy peligrosillos que la convierten en la más poderosa de las Chimay.

Es una cerveza, como reza el título de este post, de culto.

De culto por ser elaborada por monjes y porque en el disfrute hay que deleitarse. saborearla, paladearla, degustarla y catarla.  No es cerveza refrescante de trago fácil, para eso hay muchas y mejores para tal fin.

Cómo tomar la Cerveza Chimay Azul

Una elección excelente, una riquísima cerveza para disfrutarla en los postres  con chocolates o con una selección de quesos. También es una cerveza para disfrutar de ella  escuchando música o bien por la tarde en compañía de gente con conversación para un rato tranquilo y largo por delante. Si además hay chimenea, mejor.

Sin duda es uno de los placeres capitales que se pueden experimentar.

Prost!

Nacho Terol

www.eventosdeautor.com

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