La fiesta del «Cerezo en Flor», declarada de Interés Turístico Nacional, y que engloba a los municipios de la comarca cacereña de Valle del Jerte, comenzará el próximo 28 de marzo en la localidad cacereña de El Torno.
El Valle del Jerte, situado en el norte de Extremadura, vive cada primavera un espectáculo natural al producirse la floración de los aproximadamente 1,5 millones de cerezos que tiñen de blanco las laderas del valle.
En el valle de la primavera todo comienza con el “Despertar del Valle”, con la nieve aún en las cumbres más altas de Extremadura, con su río y sus numerosas gargantas acogiendo su deshielo y transformando la comarca en el Valle del Agua.
El cultivo de los cerezos en el Valle del Jerte se realiza siguiendo una tradición familiar de siglos. Se labran artesanalmente en bancales situados en las altas montañas, entre los manantiales y el aire puro. Sólo en un entorno único, con un microclima privilegiado, pueden cultivarse las mejores cerezas de España y la Picota del Jerte, que es una variedad originaria del Valle.
Hay cinco variedades certificadas con la Denominación de Origen Protegida «Cerezas del Jerte». Cuatro de ellas pertenecientes al grupo de las Picotas del Jerte (sin pedúnculo) de características similares: Pico limón negro, Pico negro, Pico colorado, Ambrunés (la más apreciada por ser la que más tiempo madura en el árbol al sol y por tanto es la más dulce) y la quinta es la variedad Navalinda (la única variedad con pedúnculo) .
Cuando llega la señalada fecha del 28 de marzo ha llegado “El Cerezo en Flor” y las montañas brindan al visitante el espectáculo de uno de los mayores jardines del mundo cultivados por el hombre. La brisa de las montañas transporta el inconfundible olor a primavera de la comarca, que lo envuelve todo, y el brillo del sol se refleja en el inmaculado blanco de los campos.
Un fenómeno natural tan bello como impredecible y fugaz que se debe contemplar al menos una vez en la vida.